El nuevo presidente mexicano, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, se dio ayer un baño de masas tras ser investido en el Congreso, en un acto al que asistió el Rey Felipe VI.

López Obrador, de 65 años, prometió una "nueva patria" que acabe con la corrupción, la inseguridad y las violaciones de los derechos humanos potenciando a la ciudadanía sin poner en entredicho la economía.

Tajante, claro y reiterativo, el líder izquierdista ofreció un discurso minutos después de recibir la banda presidencial por parte del mandatario saliente, Enrique Peña Nieto, asumiendo oficialmente la Presidencia de México.

Durante una hora y veinte minutos, desgranó muchas de sus propuestas de gobierno, la mayoría de ellas ya anunciadas durante la larguísima campaña electoral que culminó el 1 de julio con su triunfal victoria con el respaldo del 53% de los votos de los mexicanos.