Theresa May resiste, pero la de ayer fue una jornada aún más dura que la del miércoles. Y los días que están por venir pueden ser peores. Si la víspera hubo de pelear cinco horas con sus ministros para que dieran el plácet al acuerdo del "Brexit", ayer fue fustigada durante tres horas en la Cámara de los Comunes por partidarios y detractores del divorcio británico de la UE, mientras cinco dimisiones en cadena ponían en riesgo no ya el pacto alcanzado con Bruselas, sino su propio liderazgo. Por si esto fuera poco, el cabecilla de los euroescépticos de su partido, Jacob Rees-Mogg, confirmó que instiga una cuestión de confianza contra la líder "tory".

El clima es de franca hostilidad contra May, quien, después de recibir un duro castigo de la oposición y también de decenas de diputados de su partido, el Conservador, en los Comunes, convocó una rueda de prensa por la tarde para reafirmarse en todo lo dicho en la sesión matinal del Parlamento: el acuerdo es el mejor posible, la salvaguarda para evitar una frontera en Irlanda no podía evitarse, no piensa dimitir, no convocará un segundo referéndum. Ella, aseguró, ha hecho su trabajo; ahora es el turno de que los diputados hagan el suyo.

Y es que, aun cuando el pacto sea rubricado por los Veintisiete en una cumbre que ayer quedó oficialmente convocada para el próximo día 25, May tendrá que superar una votación en los Comunes a mediados de diciembre de la que, por lo visto y oído ayer, no podrá salir victoriosa. Rees-Mogg anunció que ha pedido al grupo parlamentario "tory" que la primera ministra sea sometida a una cuestión de confianza. Y así se hará si además de la suya, el presidente del grupo, Graham Brady, recibe otras 47.

Decisiones "correctas"

May no se arredró por ello, y para responder a las críticas de Rees-Mogg, que la acusó de faltar a todas sus promesas ("abandonar la unión aduanera, mantener la integridad territorial y prescindir de la jurisdicción del Tribunal Europeo de Justicia"), citó a los medios para advertir a los diputados de su partido que si rechazan el acuerdo, "nadie sabe seguro qué consecuencias se derivarán". Y puso esta guinda a su segundo día consecutivo de infierno: "El liderazgo supone tomar las decisiones correctas, no las más fáciles".

A esa hora, la "premier" ya había pasado lo peor. Al menos, lo peor de ayer.

Pero el día había empezado con una cascada de dimisiones, una de ellas especialmente dolorosa, la del ministro para el "Brexit", Dominic Raab, es decir, el autor intelectual del acuerdo por parte británica. Para compensar, Raab dijo que May debe seguir al frente del Gobierno, pero cambiando el rumbo del "Brexit". Con él renuncio su "número dos", Suella Braverman.

Las otras dimisiones fueron las del secretario de Estado para Irlanda del Norte, Shailesh Vara; la titular de Trabajo, Esther McVey, y el vicepresidente del Partido Conservador, Rehman Chishti. No se descartan más en las próximas horas. La UE se dice preparada para cualquier escenario.

El acuerdo prevé que todo el Reino Unido permanezca temporalmente en la unión aduanera, mientras que se añadirían provisiones específicas para reforzar la posición de Irlanda del Norte.

Al menos el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, alaba el trabajo de May por entender que el acuerdo consensuado incluye una solución para mantener la frontera abierta.

También las formaciones norirlandesas opuestas al "Brexit" piensan que ofrece oportunidades, tanto en lo económico como en el proceso de paz, y piden al DUP que sea más flexible.

A la vista del acuerdo el Ejecutivo escocés reclama ya el mismo trato que su vecina Irlanda del Norte y la ministra principal, Nicola Sturgeon, no apuesta "dinero" a que la jefa del Ejecutivo británico siga en su puesto cuando se ejecute un plan que está ya "muerto".

Pero May defiende su acuerdo: " Brexit significa Brexit. No habrá un segundo referéndum ni intentos por permanecer en la UE", prometió la segunda mujer en la historia del país que llega a ser primera ministra tras Margaret Thatcher, cuando accedió a su cargo en el año 2016.

A día de hoy, nadie sabe a ciencia cierta lo que significa ese término y está por ver que ella logre su llegada a buen puerto el 29 de marzo del próximo año.