El rey Mohamed VI de Marruecos y el presidente francés, Emmanuel Macron, inauguraron ayer el primer tren de alta velocidad (TGV, en francés) en el continente africano que unirá los dos polos económicos del país, Tánger y Casablanca. En la ceremonia de inauguración, transmitida en directo por la televisión pública marroquí, ambos jefes de Estado recogieron sus respectivos billetes de viaje antes de dirigirse al tren y emprender este primer viaje de alta velocidad, que duró una hora y diez minutosdesde Tánger hasta Rabat.