Una multitudinaria manifestación recorrió ayer el centro de Londres, hasta terminar frente al Parlamento británico, para reclamar al Gobierno que convoque un nuevo referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Los organizadores de la protesta, la campaña People's Vote, cifraron la participación en unas 670.000 personas, lo que la convertiría en la mayor movilización de oposición al "Brexit" hasta ahora. La Policía Metropolitana de Londres rehusó ofrecer una estimación del número de asistentes, informa Efe.

El alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, se sumó a la manifestación, en cuya cabecera se situaron cientos de jóvenes, algunos de los cuales aún no tenían edad para votar en el referéndum de junio de 2016, cuando el 51,9 por ciento de los participantes eligieron romper los lazos con la UE.

"Me manifiesto por mi futuro" y "Detened el 'Brexit' de los 'tories'", eran algunos de los lemas que podían leerse en las pancartas de los manifestantes, que también portaban carteles que criticaban las "mentiras" del exministro Boris Johnson, la figura principal de la campaña favorable a la salida de la UE hace más de dos años. La marcha, en la que predominaba la bandera estrellada de la Unión Europea, se produce en un momento en que las conversaciones entre Londres y Bruselas están de nuevo paralizadas por un tema crucial: el futuro de la frontera irlandesa. En esta coyuntura, se abre la opción de un aplazamiento de la salida definitiva de Reino Unido para conceder más tiempo a las partes negociadoras. A ello se suma la presión interna en el seno del Partido Conservador de la primera ministra británica, Theresa May. Su sector más rebelde amenaza incluso con rechazar el acuerdo, en el caso de que pudiera alcanzarse. Aunque el Gobierno rechaza un segundo referéndum, uno de los organizadores de la marcha, James McGrory, pedía ayer una segunda oportunidad ante los derroteros que toma la negociación y al conocimiento de que la campaña a favor de la salida de Reino Unido se basó en expectativas imposibles de alcanzar. "La gente piensa que las conversaciones sobre el 'Brexit' son un desastre total, no tienen fe en el Gobierno para cumplir las promesas que se hicieron, en parte porque no se pueden cumplir", afirmaba McGrory a la agencia Reuters.

La conservadora Anna Soubry, una de las parlamentarias del partido de la primera ministra, Theresa May, que se oponen al "Brexit", se dirigió a la multitud al terminar la marcha frente al Parlamento y aseguró que la protesta demuestra que "la mayoría" quiere una nueva consulta.

La ministra principal de Escocia, la nacionalista Nicola Sturgeon, aseguraba en un mensaje de vídeo que defenderá la convocatoria de un referéndum que incluya la opción de permanecer en la Unión Europea.

La cuestión de un nuevo referéndum provocó discrepancias dentro del laborismo en el último congreso del partido, celebrado en septiembre, en el que el líder de la formación, Jeremy Corbyn, sostuvo que su principal objetivo es que se convoquen unas elecciones generales. "El Reino Unido va a abandonar la Unión Europea, pero nosotros debemos trabajar unidos, junto a otros países, para resistir la presión de los que quieren minar los derechos y las protecciones de los trabajadores", declaró Corbyn ayer en Bruselas.

La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, visitó por su parte una exposición de arte en su circunscripción electoral de Maidenhead (oeste de Londres), donde rechazó hacer declaraciones a periodistas locales.

May confía en alcanzar en las próximas semanas un acuerdo con Bruselas sobre las condiciones de salida de la UE, un texto que deberá someter a votación en el Parlamento británico.