La justicia rusa volvió a encerrar ayer en la cárcel al líder opositor, Alexéi Navalni, lo que le impedirá participar en la protesta nacional contra la impopular reforma de pensiones, proyecto del Gobierno que es rechazado por la mayoría de la población. Navalni, detenido el sábado, fue condenado a 30 días de prisión por organizar a principios de año una manifestación no autorizada contra el Kremlin.