Los talibanes anunciaron ayer su rechazo a la oferta por parte del Gobierno afgano de un alto el fuego de tres meses, que hubiera supuesto la tregua más larga en el país desde la entrada de las tropas de Estados Unidos en 2001.

El líder supremo insurgente, el jeque Haibatulá Ajunzada, rechazó la propuesta del presidente afgano, Ashraf Ghani, de un alto el fuego con motivo del inicio de la festividad musulmana del Eid al Adha o Fiesta del Sacrificio, alegando que dicha tregua solo beneficiaría a las tropas de la coalición encabezada por EE UU.

Los cabecillas talibanes dejaron ayer clara su intención de no interrumpir sus operaciones militares tras el secuestro de tres autobuses llenos de pasajeros cuando viajaban por la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán.

Tras dirigir a los secuestrados a una zona controlada por los insurgentes, un centenar de ellos fueron puestos en libertad, entre ellos mujeres y niños. Los talibanes, sin embargo, retuvieron a 21 pasajeros y los trasladaron a una zona remota por sospechar que pertenecen a las fuerzas de seguridad afganas, motivo por el que secuestraron los autobuses.