Decenas de ancianos surcoreanos viajaron ayer a Corea del Norte para reunirse con sus parientes por primera vez desde que la península y sus familias quedaron separadas por la guerra en 1950.

Los participantes pasarán unas 11 horas con sus familiares del norte en la localidad turística del Monte Kumgang, bajo la supervisión de agentes norcoreanos.

Se trata de la primera tanda de reuniones de familias en tres años, una práctica que comenzó a realizarse en el año 2000 tras la mejora de las relaciones entre dos países que permanecen técnicamente en guerra.

Entre los participantes del viaje se encuentra Lee Keum-seom, una mujer de 92 años que no ha visto a su hijo, ahora de 71 años, desde la guerra que separó a las dos Coreas.