Miles de nicaragüenses volvieron a manifestarse ayer contra el Gobierno de Daniel Ortega en las calles de la capital del país, Managua, tras varias semanas de relativa calma y de movilizaciones con menor afluencia que las producidas en los últimos meses.

La Alianza Cívica, organización opositora creada a raíz de las protestas antigubernamentales que estallaron en Nicaragua el pasado 18 de abril, movilizó a miles de manifestantes que exigieron en las calles del este de la capital la excarcelación de cientos de presos políticos arrestados durante las anteriores protestas, así como la dimisión del presidente Ortega.

Otra manifestación, en este caso oficialista, discurrió al mismo tiempo por el norte de la ciudad en apoyo al Gobierno sandinista.

Las autoridades, por su parte, cerraron las puertas del país al Grupo de Trabajo de la Organización de Estados Americanos (OEA) enviado a Nicaragua para facilitar una solución dialogada, al considerarlo "injerencista".