Los escándalos de pederastia en la iglesia católica de Estados Unidos son una "catástrofe moral", según reconoció el presidente de la Conferencia Episcopal de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), el cardenal Daniel N. DiNardo. El purpurado invitará al Vaticano a realizar una Visita Apostólica para que investigue el escándalo por presunto encubrimiento de casos de abusos sexuales por parte del arzobispo emérito de Washington Theodore McCarrick. DiNardo, aseguró que la iglesia norteamericana se enfrente a "una crisis espiritual que requiere no solo conversión espiritual, sino también cambios prácticos para evitar repetir los pecados y fallas del pasado que son tan evidentes en el informe reciente", indicó en alusión al documento del Gran Jurado, de casi 900 páginas, donde se detallan los abusos cometidos en Pensilvania. Los detalles, tras dos años de investigación y con más de mil víctimas identificadas, son espeluznantes. Un sacerdote violó a una niña de siete años cuando la visitó en el hospital. La pequeña estaba ingresada porque la habían operado de las amígdalas. Otro sacerdote, según informa "The New York Times", forzó a un niño de 9 años a practicarle una felación "y después lavó su boca con agua bendita para purificarlo". El informe detalla cómo un sacerdote violó, dejó embarazada a una niña y luego organizó su aborto. Luego, según el informe, recibió una carta de un obispo. En ella, el prelado le decía al sacerdote, no a la víctima: "Éste es un momento muy difícil en tu vida y me doy cuenta de lo mal que te sientes. Yo también comparto tu pesar". El informe añade que, mientras se producían todas las violaciones, los responsables de la Iglesia "lo escondieron todo" e incluso ascendieron a algunos pederastas. Ahora, los prelados estadounidenses quieren llevar a cabo una investigación completa sobre el caso del arzobispo emérito para evitar que se repita.