El ministro del Interior de Italia y vicepresidente del Gobierno de Roma, Matteo Salvini, disfrutó el martes de una cena festiva con miembros de su partido en Messina (Sicilia), el mismo día en que se produjo el derrumbe del puente de Génova que ha causado casi 40 muertos, según han publicado las ediciones digitales de los diarios 'La Stampa' y 'La Repubblica'.

Los periódicos, que muestran distintas imágenes de la cena publicadas en redes sociales, aseguran que Salvini acudió a una fiesta de su partido, lo que está provocando una gran indignación en la sociedad italiana. En una de las imágenes, una de las asistentes a la fiesta muestra a Salvini disfrutando en compañía de varios miembros de la Liga.

Mientras, el Gobierno italiano y la concesionaria Autostrade per l'Italia, filial de Atlantia y responsable del mantenimiento del puente que se derrumbó el martes en Génova (noroeste del país), protagonizan un cruce de acusaciones a raíz del siniestro.

El Gobierno, que el miércoles pidió la dimisión de los directivos de Autostrade, apuntó a la compañía como la responsable del suceso. De hecho, el viceprimer ministro de Italia y titular de Desarrollo Económico, Luigi Di Maio, reiteró la intención del Ejecutivo de iniciar un proceso para revocar la concesión a Autostrade.

Salvini atacó a la compañía y consideró que los directivos deberían darse "un baño de humildad" y ayudar económicamente a las familias de la víctimas. "Si el Gobierno ha movilizado (ayudas de) 5 millones de euros, ellos deberían poner 500 millones sobre la mesa", argumentó, en referencia al paquete de medidas que el gabinete aprobó ayer para hacer frente a las intervenciones más urgentes.

Desplome de Atlantia

Atlantia, que ha comprado junto a la constructora ACS la concesionaria española Abertis, se desplomó hoy un 22,26 % al cierre en la Bolsa de Milán y al inicio de la jornada no lograba marcar un precio.

Por otra parte, Atlantia ha recordado que, si se diera el escenario de que el Estado acabe retirando la concesión, corresponderá por ley al titular de esta licencia ver reconocida una penalización que debería pagar el Gobierno, ya que el permiso tiene validez hasta 2038. Una sanción que podría ascender a 20.000 millones de euros, como reconoció Di Maio.

"Los 20.000 millones de penalización se pagan cuando se rompe un contrato sin ninguna motivación. Pero aquí estamos hablando de un contrato con Autostrade que preveía una serie de obligaciones que para nosotros no se han respetado", argumentó.