Al menos 39 civiles murieron ayer tras la explosión de un depósito de armas en una zona residencial en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, según una oenegé."El balance se agravó tras el descubrimiento de nuevas víctimas bajo los escombros", aseguró el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que en un balance anterior había informado sobre 12 muertos. Entre las víctimas de esta explosión, cuyas causas aún son desconocidas, hay 12 niños.