La oposición venezolana denunció ayer que el diputado y líder estudiantil Juan Requesens, detenido por su presunta implicación en el supuesto atentado con drones explosivos perpetrado hace una semana en Caracas contra el presidente Maduro, fue drogado para que confesara su implicación en el ataque. Requesens también involucró al diputado opositor Julio Borges, exiliado en Colombia y contra el que el chavismo ha pedido una orden de detención internacional.

Requesens fue arrestado el pasado martes por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), acusado de "intento de magnicidio". El joven opositor lleva desde entonces sin que su familia, amigos o abogados tengan noticias de su estado. La oposición ha calificado de "desaparición forzada" su detención y ha denunciado allanamientos de moradas de opositores con el objetivo de colocar "pruebas falsas" de su implicación en el supuesto atentado contra Maduro.

El chavismo difundió el viernes un vídeo en el que puede verse a Requesens confesar que ayudó a Borges a introducir en Venezuela a uno de los supuestos autores materiales del ataque. Ayer, unas trescientas personas participaron en una plaza de Caracas en una protesta liderada por la hermana de Requesens, Rafaela, en la que exigieron su liberación.

"Inyectar miedo"

Entre tanto, el diputado opositor Borges denunció que, en febrero pasado, el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero lo amenazó con la cárcel cuando se negó a firmar un acuerdo con el Gobierno chavista. Borges sostuvo que esta negativa es la causa de que ahora se lo vincule con el supuesto atentado contra Maduro.

El opositor exilado añadió que "todo" lo que hace el Gobierno tras el supuesto atentado busca "inyectarle miedo al país para que Venezuela no reaccione de una vez por todas y se termine de derrumbar" la Administración de Maduro.