Colombia estrenó ayer una nueva etapa política con la toma de posesión del derechista Iván Duque, nuevo presidente del país para los próximos cuatro años, tras el juramento que le fue tomado por el presidente del Senado, Ernesto Macías. Al acto asistieron diez presidentes latinoamericanos, así como la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, como representante de España.

El uribista Duque, abogado de 42 años, inicia un delicado mandato marcado por su promesa de modificar "sin hacer trizas" el pacto que alcanzó su predecesor, Juan Manuel Santos, con la guerrilla de las FARC. Al mismo tiempo, deberá hacer frente al aumento de los ataques de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), el último grupo rebelde reconocido oficialmente en Colombia con el que el Ejecutivo ha mantenido rondas de diálogo que aún no han dado fruto.