La Unión Socialcristiana bávara (CSU) aplica ya en su territorio la línea dura en política migratoria que propugna su líder y ministro de Interior germano, Horst Seehofer, y que le enfrenta a la canciller Merkel, con la que en julio firmó un frágil armisticio. En concreto desde ayer funcionan en Baviera los llamados "Ankerzenter", centros destinados a agilizar los procesos de expulsión de los refugiados que han visto rechazadas sus peticiones de asilo.