El número de fallecidos por los incendios del pasado lunes en la costa oriental de la región griega de Atica, los más mortíferos registrados en Europa desde 1900, ha ascendido a 91, según el último informe oficial de los bomberos.

De ese total, 87 cuerpos fueron hallados en el área de Mati, la localidad que acumuló todas las víctimas, mientras que otras cuatro de las víctimas fallecieron en hospitales.

El servicio de bomberos informó además de que oficialmente hay 25 personas desaparecidas, pero añadió que hasta ahora se han podido identificar 59 cuerpos, por lo que está personas buscadas podrían encontrarse entre los 28 cadáveres pendientes de reconocer. De los más de 180 heridos ingresados hace una semana, continúan hospitalizadas 45 personas, entre ellas un niño.

En el balance de víctimas de los incendios se hallan las muertes de dos niñas cuyas historia conmovió al país. Un detective contratado por la familia de las gemelas Sophia y Vassiliki, de 9 años, que iban camino de la playa con sus abuelos cuando la localidad de Mati fue pasto de las llamas, anunció este viernes que las pequeñas habían sido identificadas entre los fallecidos.

Su suerte conmovió a Grecia porque su padre, Yiannis, creyó reconocerlas en un primer momento entre las fotos de los supervivientes antes de desengañarse. Desde entonces, sus caras estaban en todos los medios.

Las niñas fueron halladas abrazadas a sus abuelos en un terreno donde 26 cuerpos calcinados fueron descubiertos el martes por la mañana. Situado al borde de un acantilado, el lugar se cerró como una trampa sobre estas víctimas que trataban de llegar al mar, a solo algunos metros.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, asumió el viernes la "responsabilidad política" de los daños causados por el incendio, pero no admitió fallas en la organización de los servicios de extinción y salvamento, denunciada por la oposición.