Al menos 2220 personas murieron ayer en una oleada de atentados y ataques perpetrados por el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en la provincia de Sueida, al sur de Siria. En el balance publicado por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) figuran al menos unas 127 víctimas civiles, así como 94 combatientes del Ejército sirio, aunque esa cifra todavía puede aumentar debido a la gravedad de algunos heridos y a las personas que se encuentran desaparecidas tras la ofensiva yihadista.

Los ataques se produjeron en la provincia meridional de Sueida, controlada mayoritariamente por el régimen de Bashar Al-Assad, pero con presencia también de grupos terroristas del ISIS en las zonas desérticas del nordeste de la región. "Cuatro kamikazes hicieron estallar sus cinturones de explosivos en la ciudad de Sueida (capital de la región)", explicó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

Según la agencia de noticias oficial siria, SANA, un terrorista suicida se hizo explotar en la zona de un mercado, mientras que las fuerzas de seguridad mataron a otros dos terroristas antes de que hicieran lo mismo. Otros atentados suicidas tuvieron también lugar en distintos pueblos de la provincia, previamente a ser asaltados por los yihadistas, siguiendo la táctica clásica del ISIS en las guerras de Siria e Irak.

Según el director del OSDH, estos ataques han sido los más sangrientos de los últimos meses en Siria, donde la organización yihadista no deja de encadenar derrotas y controla ya menos de un 3% del territorio. Los medios oficiales sirios, por su parte, anunciaron que el Ejército gubernamental respondió a los ataques con una contraofensiva habría dejado ya varias decenas de muertos entre las filas yihadistas.

Reivindicaciones

El ISIS reivindicó al instante la autoría de los ataques a través de un comunicado difundido ayer en la aplicación Telegram.

Ese mismo día, reclamó también a través de su agencia de propaganda Amaq la autoría del atentado del pasado domingo en Toronto, en el que un hombre armado de 29 años e identificado como Faisal Hussain asesinó a una joven de 18 años y a una niña de 10, dejando otras 13 personas heridas. Las autoridades canadienses, no obstante, afirmaron que no existen pruebas todavía que corroboren que el atacante formaba parte de la organización terrorista.