El Parlamento británico aprobó ayer por 317 votos a favor y 286 en contra el proyecto de ley de Comercio, que sienta el marco legal para después del "Brexit". La Cámara de los Comunes dio luz verde a la medida tras la derrota por poco margen de una enmienda de varios diputados conservadores, que exigían al Gobierno negociar la permanencia en la unión aduanera comunitaria si el 21 de enero de 2019 no se habían pactado ya con la Unión Europea los términos de la futura relación bilateral.

El ministro de Comercio Internacional, Liam Fox, argumentó que la legislación aprobada, que traspone al derecho británico los actuales acuerdos comerciales europeos, "dará continuidad y estabilidad" a las empresas hasta que el Reino Unido pueda forjar sus propios acuerdos comerciales. El Ejecutivo de la primera ministra, Theresa May, salvó así su capacidad de negociación con la UE tras lograr el lunes la aprobación del crucial proyecto de ley de Aduanas.