Horst Seehofer anunció anoche en una reunión de su partido, la Unión Socialcristiana (CSU), la intención de dimitir como ministro alemán de Interior y como presidente de la formación por sus diferencias con la canciller Angela Merkel en la cuestión migratoria, según medios alemanes.

Seehofer manifestó sus intenciones en una reunión -que, después de siete horas, se prolongaba al cierre de esta edición- con la cúpula de la CSU para decidir si el acuerdo sobre inmigración alcanzado por Merkel en la cumbre europea satisface sus exigencias o si llevaba adelante su amenaza de cerrar unilateralmente las fronteras a los inmigrantes registrados ya en otros países europeos. Varios miembros del partido intentaron disuadir a Seehofer de su propósito.

El acuerdo de la UE sobre inmigración no ha conseguido aliviar las tensiones que amenazan con romper el Ejecutivo de Angela Merkel cuando apenas supera los cien días de vida. Los socios bávaros de la canciller alemana persisten en sus presiones y ayer la cúpula de la CSU, los socialcristianos, mantenía en vilo al Ejecutivo con una reunión anunciada como decisiva que desbordó todas las previsiones horarias y que continuaba al cierre de esta edición.

El ministro del Interior de Alemania y socio conservador de Merkel, Horst Seehofer, considera insuficientes los resultados del acuerdo migratorio de la Unión Europea. Seehofer rechaza también la propuesta de la canciller de confinar en centros en suelo alemán a los solicitantes de asilo que llegan a Alemania tras ser registrados anteriormente en otros países.

El acuerdo de la cumbre de Bruselas consiste en que los refugiados rescatados del mar serán alojados en centros controlados en Europa. Además se estudiará la posibilidad de que también se abran centros similares en África. Además, Merkel acordó con España y Grecia agilizar las devoluciones de peticionarios de asilo que hubiesen sido registrados en estos países.

Aprovechando que Seehofer es ministro de Interior, la CSU amenazó a la canciller con cerrar de forma unilateral las fronteras - si en la cita de Bruselas no se lograba un acuerdo con efectos similares a su propuesta de impedir la entrada de los inmigrantes ya registrados en otros países europeos. Merkel sostiene que los acuerdos comunitarios son "de efectos equivalentes", algo que Seehofer rebatió en la reunión de su directiva, según medios alemanes. El líder bávaro insiste en reinstaurar los controles fronterizos y rechazar directamente en la frontera alemana a los solicitantes de asilo procedentes de otros estados europeos.

Las directivas de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel y de la Unión Cristiano Social (CSU) de Seehofer se reunieron ayer por separado en un intento de resolver sus profundas diferencias. La reunión de la CSU desbordó todas las previsiones dadas para hacer pública su resolución, lo que anoche acrecentaba los temores de que desacuerdo desemboquen en el fin de la coalición de conservadores y socialdemócratas con Merkel al frente, que vive su peor crisis de Gobierno en doce años de mandato.

"Open Arms"

Otro ministro de Interior europeo, el italiano Matteo Salvini avivaba ayer las fricciones comunitarias en torno a la inmigración. El caso del barco "Open Arms", que, después de que Italia y Malta le denegaran licencia para arribar, navega hacia el puerto de Barcelona con 60 inmigrantes a bordo rescatados frente a las costas de Libia, sirvió a Salvini para defender su rechazo a este tipo de intervenciones.

El viceprimer ministro reivindica su política de puertos cerrados "hasta que los contrabandistas se cansen". "Es el tercer barco de una ONG extranjera que pone rumbo a un país distinto a Italia. Después habrá un cuarto, un quinto y así sucesivamente, hasta que los contrabandistas se cansen", afirmó Matteo Salvini.