La organización no gubernamental Acción Ciudadana Frente a la Pobreza (ACFP) ha detectado intentos de compra de voto cuyo precio ha subido desde los 500 pesos de mayo (21,40 euros) hasta los 10.000 (429.350 euros) en regiones como Jalisco o Ciudad de México.

ACFP, que agrupa a 60 organizaciones sociales, ha recogido denuncias con intentos de votos en otras regiones como Estado de México (hasta 5.000 pesos), Tabasco (4.000), Oaxaca y Sonora (3.000), según recoge el diario mexicano 'El Universal'. En estos casos se pedía directamente la credencial de votación a cambio del dinero.

Los estados en donde se recibe la cantidad más baja con la promesa de votar por algún candidato o partido político es en Baja California, donde se pagan 100 pesos, seguido por Tamaulipas, Colima, Quintana Roo, Hidalgo y Nuevo León, donde se paga 500 pesos.

"La compra que se tiene de hasta 10 mil pesos por voto se explica por la cercanía con la jornada electoral, debido a que es una presión para todos los actores, por lo que hace que exista una mayor oferta y demanda de este tipo de acciones", ha explicado el portavoz de ACFP Héctor Rubio.

En total ha contabilizado 244 casos de supuesto intento de compra del voto, en muchos de los cuales se ofrecieron además bienes materiales como alarmas vecinales o cisternas. En un 33 por ciento de los casos había promesas o amenazas de entregar o quitar beneficios de algún programa social.

En el 26 por ciento se ofreció la entrega de dinero en efectivo, mientras que en un 5 por ciento son por el reparto de tarjetas electrónicas con promesa de depósitos en efectivo tras la votación.

"Nos proponemos monitorear, vigilar, visibilizar y prevenir el uso electoral de programas sociales para evitar que la pobreza y la desigualdad sean utilizadas como herramientas de control y manipulación política y se desvíe dinero de los programas de superación de la pobreza hacia operativos político-electorales", ha explicado la organización.

En cuanto a los responsables de estos intentos de compra de voto, destacan que prácticamente todos los partidos políticos han incurrido en la compra de intención de voto "y quizá el factor con mayor poder de explicación que tenemos es que ahí donde gobierna un determinado partido coincide en su totalidad en que ese partido incurre en esa práctica".