Las familias pobres españolas necesitan en promedio cuatro generaciones para que sus miembros pasen a tener el nivel de vida de la clase media, según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) difundido ayer en París. El trabajo denuncia que el "ascensor social" se ha estropeado en los países miembros de la organización, cuya media de espera para el ascenso es de cinco generaciones.

"Ya no hay movilidad social en los países de la OCDE: los ingresos, la profesión y el nivel educativo se transmiten de una generación a otra", resumió Gabriela Ramos, asesora especial del organismo al presentar el informe.

La situación es aún peor en algunos países latinoamericanos, como Brasil, donde llevaría nueve generaciones, o Colombia, donde se pasa a once. En Chile, al igual que en países como Francia o Alemania, la situación tampoco es muy buena: se necesitan seis generaciones para que los descendientes de una familia de la parte inferior de la escala de ingresos (el 10% más bajo) suba hasta un nivel medio. Eso equivale a "180 años", apuntó Ramos. En cambio, en Dinamarca y en otros países nórdicos (Noruega, Finlandia, Suecia), basta con dos o tres generaciones para que se consume el saltol, explicó.