El presidente de Francia, Emmanuel Macron, tiene desde ayer a la justicia gala olfateando en su círculo más íntimo, tras la apertura de una investigación preliminar por conflicto de intereses contra el secretario general de la Presidencia, Alexis Kohler, de 45 años, su más íntimo colaborador, denunciado el viernes por una ONG anticorrupción.

La justicia trata de "verificar si las reglas relativas a la excedencia de los funcionarios públicos fueron respetadas", señaló la fiscalía, que no informó de cuándo se inició la pesquisa.

Paralelamente, la asociación anticorrupción Anticor explicó que el viernes presentó una denuncia en la que acusa a Kohler de "apropiación indebida", "tráfico de influencia" y "corrupción pasiva" por vínculos con el armador ítalo-suizo MSC. La presidencia francesa, por su parte, aseguró que se trata de "sospechas totalmente infundadas".