La canciller alemana, Angela Merkel, aboga por una eurozona más solidaria entre los estados pero mantiene "líneas rojas" que no está dispuesta a rebasar, caso de su rechazo a mancomunar la deuda de los 19 países integrantes del área monetaria. La dirigente germana aboga por alcanzar el ansiado consenso con el presidente francés, Emmanuel Macron, antes de la cumbre europea de fines de mes que abordará la reforma del euro, pero las diferencias entre ambos estadistas persisten.

"Debemos estabilizar de forma consolidada el euro. Y los instrumentos de que disponemos hasta ahora no bastan para ello", apuntó la líder conservadora alemana en una entrevista concedida al dominical del diario "Frankfurter Allgemeine", donde por primera vez formula planes concretos.

El objetivo de la reforma de la eurozona debe ser lograr una mayor convergencia entre los Estados miembros y crear instrumentos como un fondo monetario propio, emanado del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) que se creó durante la crisis de la deuda, según Merkel. Este fondo monetario europeo funcionaría con instrumentos "como los que tiene el Fondo Monetario Internacional (FMI)", prosigue la canciller, y estará en disposición de actuar "si se crean situaciones de peligro" para la eurozona.

Junto a los créditos a largo plazo, "puedo imaginarme que también se planteen líneas crediticias a corto plazo, como de cinco años para países en dificultades", afirma Merkel, para quien esas ayudas se plantearían en "cantidades limitadas" y aceptando condiciones tales como su "devolución completa". "Estamos comprometidos con la solidaridad entre socios. Pero eso no debe derivar en una mancomunización de la deuda", sostiene la canciller.

La canciller conservadora, que admite "diferencias" entre su concepto y el del líder francés, accede a dotar a la eurozona de un presupuesto común, aunque sin dejar claro sí debe salir del fondo de la Unión Europea (UE). "Tenemos que aclarar aún si éste debe administrarse dentro o fuera de los presupuestos regulares de la UE", afirma la canciller, quien sitúa el monto de ese fondo adicional para la zona euro en la "franja baja de los dígitos de miles de millones".

Sobre el presupuesto de la Unión Europea (UE-28) para el periodo de 2021 a 2027, la canciller advierte que la negociación no puede eternizarse, y que debe quedar "cerrada" antes de las elecciones al Parlamento Europeo de 2019. "Si seguimos aparcando las negociaciones, es posible que no seamos capaces de conceder ni una beca Erasmus más", argumenta, ya que de lo contrario no se podrán llevar adelante "importantes proyectos" comunitarios.

Sobre la situación italiana, con la formación del Gobierno entre las formaciones populistas Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga, Merkel emplaza a "respetar todo resultado electoral y todo Gobierno elegido democráticamente".