El uribismo se mantiene con toda su fuerza en Colombia pese a los reveses -aprobación del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC- que haya podido sufrir su líder histórico, el expresidente Álvaro Uribe. El uribista Iván Duque (Centro Democrático) se impuso el domingo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales (39,13%), seguido del exguerrillero del disuelto M-19 y exalcalde de Bogotá Gustavo Petro (25%), que de este modo logró meter a la izquierda en la segunda ronda del próximo 17 de junio.

Duque consolidó su imagen de rostro amable del uribismo -rostro del que Uribe carece-, lo que le permitió duplicar el techo marcado por Óscar Iván Zuluaga, aspirante en 2015 del partido fundado por Uribe. Duque se impuso en 23 de los 32 departamentos de Colombia y sólo fue derrotado por Petro en nueve regiones. En la capital, Bogotá, la principal circunscripción del país, se impuso Sergio Fajardo, de la Coalición Colombia, de centroizquierda, quien anunció ayer tras quedar tercero que no volverá a repetir como aspirante a la Casa de Nariño.

El presidente saliente, Juan Manuel Santos, destacó que la elección ha sido "la más segura" de las últimas décadas gracias a la desaparición de las FARC como guerrilla y al proceso de paz que está en marcha con la también guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).