El "sí" a la legalización del aborto en Irlanda ganó el referéndum del viernes con el 66,4% de los votos, frente al 33,6% que defendió la muy restrictiva legislación vigente, una de las más duras de Europa, anunció ayer la comisión electoral del plebiscito.

Esta amplia victoria da al Gobierno del partido democristiano Fine Gael vía libre para cambiar la ley y permitir el aborto en todas las circunstancias durante las primeras doce semanas de embarazo y, en casos excepcionales, hasta las veinticuatro.

La participación fue del 64,1%, la más alta desde el referéndum sobre la legalización del divorcio, en 1996, después del cual se han celebrado veintiún plebiscitos más. De hecho, como ocurrió en la consulta sobre el matrimonio homosexual de 2015, cuando sólo una circunscripción de la Irlanda rural dijo "no", la reforma del aborto fue únicamente rechazada en el remoto condado de Donegal (noroeste), con el 51,9%.

Poco más de 3,2 millones de personas estaban convocadas para decidir sobre una reforma de la Constitución que permita suavizar la ley actual, cuyas restricciones obligan a miles de mujeres a viajar cada año al extranjero para abortar.

El único grupo de edad que dijo "no" fue el de los mayores de 65 años, el 58%, un resultado que los expertos atribuyen a la influencia que mantiene la Iglesia Católica en ese sector de la población, a pesar de los escándalos de abusos sexuales a menores.