El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, decretó ayer la expulsión del país del encargado de negocios de EE UU, Todd Robinson, durante el acto en el que fue proclamado mandatario para 2019-2025 tras su victoria en las elecciones del domingo.

El líder chavista criticó a Washington por las nuevas sanciones aplicadas al país el lunes y anunció que tanto Robinson como el ministro consejero de la Embajada, Brian Naranjos, han sido declarado personas non gratas. Ambos deberán abandonar Venezuela en un plazo máximo de 48 horas.

El Parlamento venezolano, de mayoría opositora, aprobó, por su parte, desconocer la proclamación de Maduro como presidente y declaró "inexistente" la elección presidencial del domingo, en la que la abstención fue del 53,9 por ciento en ausencia de candidatos de la oposición. Tras un debate en el que solo participaron los diputados opositores, como es costumbre, se declaró "como inexistente la farsa realizada el 20 de mayo, al haberse realizado completamente al margen de lo dispuesto en Tratados de derechos humanos, la Constitución y las Leyes de la República".

Maduro se mostró abierto a que algunos opositores encarcelados reciban beneficios procesales con el fin de caminar hacia "un Gobierno de reconciliación".