La Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside la canciller alemana, Angela Merkel, puso ayer condiciones a las propuestas de la Comisión Europea y el presidente francés, Emmanuel Macron, para reformar la eurozona y subrayó que se deben tomar medidas en "interés europeo y también de Alemania".

La secretaria general, Annegret Kramp-Karrenbauer, hizo públicas las dudas de la CDU antes de que Macron llegue este jueves a Berlín, y el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert, señaló que Alemania y Francia trabajan juntos en las reformas, con "coincidencias" y "diferencias".

La ejecutiva de la CDU respaldó que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) se convierta en una suerte de FMI europeo. Sin embargo, dejó claro que debe garantizarse el derecho de los parlamentos nacionales a controlar ese fondo y señaló que no puede convertirse en un instrumento "a disposición discrecional de la Comisión ni manejado solo con su criterio".