El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró anoche que fue él quien "convenció" a Donald Trump de mantener su contingente militar en Siria. "Hace diez días el presidente Trump decía que Estados Unidos consideraba irse de Siria (...), lo convencimos de que era necesario permanecer a largo plazo", declaró.

En una entrevista en el canal BFMTV, Macron aseguró que los bombardeos del sábado no fueron una declaración de guerra contra Siria, pero defendió la "legitimidad" de destruir tres blancos vinculados al programa de armamento químico y elogió la operación en el plano militar. "Sus capacidades de producción de armas químicas fueron destruidas", dijo el presidente en referencia al presunto arsenal químico sirio.

Sobre el terreno

Mientras tanto, las fuerzas gubernamentales sirias lanzaron ayer una ofensiva en el norte de la provincia central de Homs y sur de la vecina Hama, después de proclamar su victoria en la región de Guta Oriental, en las afueras de Damasco, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La fuente señaló que la operación se desarrolla en áreas junto a la carretera que une la localidad de Homs, capital de la provincia homónima, con la población de Al Salamiya, en Hama.

El ministro de Exteriores de Francia, Jean Yves Le Drian, avisó del riesgo de un "nuevo desastre humanitario" en la ciudad de Idlib, que continúa bajo el control de las fuerzas rebeldes y que está considerada el próximo gran objetivo del Ejército de Al Asad. Es la región bajo control rebelde con más población y en los últimos años miles de milicianos y civiles han huido hacia allí desde otras zonas del país.