El Gobierno de Estados Unidos ha ordenado la expulsión de 60 diplomáticos rusos y el cierre del Consulado de Rusia en la ciudad de Seattle como represalia por el ataque con gas nervioso perpetrado contra el exespía Sergei Skripal y su hija, Yulia, en la ciudad inglesa de Salisbury.

Londres ya expulsó a 23 diplomáticos rusos como represalia por este ataque, del que responsabilizó directamente a Moscú, y logró la semana pasada el compromiso del resto de socios de la UE para que también el bloque comunitario tomase medidas al respecto.

La representación norteamericana ante Naciones Unidas ha identificado a los 12 diplomáticos de la ONU señalados como "agentes de Inteligencia" que "han abusado de su privilegio de residencia en Estados Unidos". En este sentido, según la versión oficial de Washington, estas personas habrían incurrido en "actividades de espionaje".

"Con estos pasos, Estados Unidos y sus aliados dejan claro a Rusia que sus acciones tienen consecuencias", ha advertido la Casa Blanca, en un comunicado en el que ha atribuido la orden al presidente, Donald Trump. "Las acciones de hoy hacen más seguro a Estados Unidos al reducir la capacidad de Rusia para espiar y llevar a cabo operaciones encubiertas que amenazan la seguridad nacional", ha esgrimido.

La Casa Blanca ha afirmado en su nota que Estados Unidos "está dispuesto a cooperar para construir una mejor relación con Rusia", pero ha advertido de que "esto sólo se producirá si hay un cambio en el comportamiento del Gobierno ruso".

El embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antonov, se ha apresurado a condenar la expulsión masiva de diplomáticos, que ha tachado de "equivocada", según la agencia de noticias oficial Sputnik. En este sentido, ha acusado a Washington de destruir las relaciones bilaterales.

Canadá se suma a Estados Unidos y ordena también expulsar a cuatro diplomáticos rusos. Además, ha negado credenciales a otros tres como parte de una medida coordinada con otros países occidentales.

Las expulsiones se extienden a varios países europeos

Además de Estados Unidos, un total de 16 países de la UE, incluidos Alemania, Francia y España, han decidido expulsar a diplomáticos rusos en el marco de una acción coordinada en respuesta al ataque químico contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija a principios de mes en la localidad británica de Salisbury.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea acordaron el pasado viernes de madrugada llamar a consultas al embajador de la UE en Rusia y varios países avanzaron su intención de hacer lo propio con sus respectivos embajadores y/o expulsar a diplomáticos rusos, paso que estudiaban países como Francia, Lituania y Polonia tras condenar "en los términos más firmes" el ataque y respaldar la evaluación del Gobierno británico de que era "extremadamente probable" que Rusia fuera el responsable y que no había "otra explicación alternativa verosímil".

España expulsará a dos diplomáticos rusos en respuesta al ataque con un agente químico contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija a principios de mes en la localidad británica de Salisbury en señal de solidaridad con Reino Unido en el marco de una acción coordinada a nivel de la UE.

Alemania, Francia y Polonia han anunciado públicamente que expulsarán a cuatro diplomáticos rusos, mientras que Lituania y República Checa expulsarán a tres, Italia, Países Bajos y Dinamarca a dos, Letonia, Estonia, Finlandia, Rumanía, Suecia, Hungría y Croacia, a uno cada uno. Fuentes europeas han avanzado que no descartan que más países se suman en las próximas horas a acciones similares.

El Gobierno belga estudiará la expulsión de diplomáticos rusos en una reunión del Consejo de Ministros restringida este martes, según fuentes conocedoras citadas por el diario 'Le Soir'.

"La evaluación de Irlanda está en curso. Se están considerando medidas", han explicado a Europa Press fuentes diplomáticas, que han precisado que el Gobierno abordará la cuestión este martes.

Además, los gobiernos de Polonia, Letonia, Lituania y Estonia, todos ellos países de la UE, han convocado este lunes a los respectivos embajadores rusos, supuestamente para expresarles su malestar por el ataque en Salisbury, en línea con la UE.

La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, mantuvo este sábado en Bruselas consultas con el embajador de la UE en Moscú, Markus Ederer, tras ser llamado a consultas en señal de protesta por el ataque en Salisbury.

El diplomático europeo continuará "las consultas institucionales en los próximos días", ha confimado la portavoz de Mogherini, Maja Kocijancic, que no ha confirmado si la ausencia del embajador europeo se prolongará "un mes", tal y como evocaron en la cumbre los líderes europeos. "Se habló del plazo de un mes", han confirmado a Europa Press fuentes europeas.