La Policía israelí sometió ayer a cinco horas de interrogatorio al primer ministro, Benjamin Netanyahu, en el primer cuestionario del que es objeto por supuesto tráfico de influencias, uno de los dos casos actualmente abiertos en su contra y por los que la Policía recomienda al fiscal su imputación. El primer ministro israelí es investigado también por otros cuatro casos de corrupción, aunque todavía no tiene ninguna imputación.