El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró ayer que lleva discutiendo desde "hace tiempo" con EE UU un proyecto para anexionar colonias ilegales de la Cisjordania ocupada. La afirmación, lanzada en pleno inicio del viaje del secretario de Estado de estadounidense, Rex Tillerson, a Oriente Medio, cayó como una bomba en Oriente Próximo y fue desmentida de inmediato por Washington.

Se trata de la primera vez que Netanyahu se muestra favorable a una anexión que reclama una parte de su partido (Likud). La medida complicaría aún más la búsqueda de una salida al conflicto israelo-palestino y la puesta en pie de la solución "dos Estados", es decir la creación de un Estado palestino, defendida por la ONU y buena parte de la comunidad internacional.

En Kuwait, entre tanto, se abrió ayer una conferencia internacional sobre la reconstrucción de Irak en la que se pretende reunir 80.000 millones de dólares. El gobierno iraquí espera en particular reunir fondos del sector privado para reconstituir miles de casas y realojar a los 2,5 millones de desplazados internos que hay en el país.