La muerte de cuatro soldados estadounidenses en Níger sumió en la indignación a la opinión pública americana en el mes de octubre del pasado año. Las fuerzas desplegadas en el país africano habían sido emboscadas tras un encuentro con tribus locales. En los días posteriores se sucedieron cientos de titulares sobre el suceso; uno de ellos, sobre el presidente Donald Trump, que llamaba por teléfono a una de las viudas sin conocer el nombre del caído.

Pero el auténtico debate en el país era: '¿por qué había soldados americanos en Níger?'. El propio senador McCain, también republicano pero muy crítico con el mandatario, cuestionaba a Trump sobre la presencia militar en África y demandaba información sobre la misión.

La expedición en Níger deriva de una orden firmada en 2001 por el presidente George W. Bush, que eliminaba trabas a las acciones de la Autorización del Uso de la Fuerza Militar (AUMF, por sus siglas en inglés).

Aquel año, Bush anunciaba una guerra contra el terrorismo tras el ataque de las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre. Níger es uno de los 76 países (el 39% de estados del mundo) en los que EEUU tiene actividad en su lucha contra, sobre todo, los yihadistas radicales.

El dato deriva de un estudio elaborado durante meses por la Universidad de Brown, a través de su proyecto 'Costes de Guerra'. "La información sobre las actividades antiterroristas del ejército de Estados Unidos no aparece publicada en ningún sitio y las fuentes online como los Informes sobre Terrorismo por Países del Departamento de Estado no son totalmente transparentes o completos", explican los autores del informe.

La conclusión es un mapa donde se recogen todos los países con presencia norteamericana a partir de datos recopilados en páginas gubernamentales, fuentes periodísticas reputadas e información ofrecida por expertos. "El resultado ha sido verificado con las publicaciones más recientes del Departamento de Estado", justifican.

En el mapa figuran países europeos como España, Reino Unido, Alemania, Italia o Irlanda, donde el ejército estadounidense cuenta con bases militares. También cuenta con áreas reservadas al entrenamiento de prácticas contraterroristas en Albania, Grecia, Kósovo, Serbia y Bosnia Herzegovina. El informe colorea en tonos más oscuros los países en los que existen tropas en combate y con líneas rayadas a aquellos donde se producen ataques aéreos y con drones.

En total, Estados Unidos desarrolla ataques aéreos en 7 países, mientras mantiene a tropas en combate en otros 15. Las bases militares se encuentran en 44 estados del mundo y en 58 se producen entrenamientos antiterroristas.

"El mapa solo cubre las actividades antiterroristas ocurridas entre los años 2015 y 2017, por lo que no cubre todas las acciones antiterroristas pasadas", advierten, señalando como ejemplo a países como Burundi, Gabón, Ghana y Liberia.

El Proyecto Costes de Guerra ha creado un mapa único, en el que por fin puede observarse la actividad militar de Estados Unidos. Este departamento de la Universidad de Brown publicó un informe en noviembre de 2001 en el que estimaba un gasto desorbitado en la lucha contra el terrorismo. El Departamento de Defensa, según recoge Brown, invirtió 1,46 trillones de dólares desde el 11 de septiembre de 2001 en esta particular guerra.

La partida supone una cantidad de 250 millones de dólares al día. La mayor parte de este dinero se empleó en las guerras de Irak y Afganistán, donde se gastó 1,46 trillones de dólares.