La Cámara de Representantes aprobó ayer la renovación de la controvertida ley que permite a las agencias de espionaje de Estados Unidos interceptar comunicaciones fuera de las fronteras del país. Se trata de una norma que expira el 19 de enero y que la inteligencia del país considera esencial para descubrir tentativas de ataques o sabotajes en territorio estadounidense.

Esta normativa se hizo famosa al ser develada por el excontratista de inteligencia Edward Snowden, quien probó que las agencias usaban estos mecanismos para vigilar también a ciudadanos estadounidenses, lo que la ley prohíbe. El texto, aprobado por 256 votos a favor y 164 en contra, establece los mecanismos que autorizan a las agencias de inteligencia a interceptar comunicaciones de ciudadanos extranjeros. Pero no incluye mecanismos de protección de los datos de los ciudadanos.

La ley fue objeto de una enorme confusión causada por el presidente Trump, quien a primera hora de la mañana criticó ásperamente la norma en un mensaje en la red Twitter. "¿Es esta la ley que pudo haber sido utilizada (...) para vigilar y abusar de la campaña de Trump por el anterior Gobierno?", se preguntó.

Apenas dos horas más tarde, rectificó. "El voto de esta jornada se refiere a la vigilancia externa para extranjeros en tierra extranjera. ¡Precisamos de este voto!"La sección 702 de la ley FISA fue aprobada en 2008 por iniciativa del gobierno del entonces presidente George W. Bush, con un plazo de validez de apenas cinco años, y resultó renovada en 2012.