El Parlamento israelí aprobó ayer un proyecto de ley que dificulta una eventual división de la soberanía de Jerusalén entre Israel y los palestinos si se alcanzara un acuerdo de paz. La iniciativa llega después de que, el pasado 6 de diciembre, EE UU reconociese a Jerusalén como capital de Israel. Los palestinos reclaman la zona oriental de la ciudad como cabeza de su futuro estado independiente. El proyecto, aprobado por 64 votos contra 51, prevé que cualquier cesión de una parte de Jerusalén a los palestinos necesite ser aprobada por dos tercios del Parlamento israelí.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP) replicó de inmediato a través de su presidente, Mahmud Abbas, quien considera que la ley es "una declaración de guerra". "Esta votación indica claramente que Israel ha declarado oficialmente el final del llamado proceso político y ha comenzado a imponer su dictado y la política de hechos consumados", afirmó un portavoz de Abbas, quien previno a Israel que no caiga en la tentación de aprobar más medidas contra el proceso de paz.