El primer ministro libanés, Saad Hariri, anunció ayer mediante un tuit, se supone que escrito desde la capital saudí, Riad, que regresará al Líbano en un plazo de dos días y que está "muy bien" en Arabia Saudí, donde se halla desde que dimitió por sorpresa de su cargo el pasado día 4, abriendo una crisis regional con epicentros en Arabia Saudí e Irán.

A diferencia del pasado domingo, cuando anunció su "muy pronto" regreso para comunicar, como es preceptivo, su dimisión al presidente, Michel Aoun, Hariri no aludió ayer a su futuro político. "Gente! Estoy muy bien y, si Dios quiere, voy a volver en dos días, vamos a tranquilizarnos", escribió Hariri, quien añadió que su familia permanecerá en Arabia Saudí, "su país". El dimisionario tiene doble nacionalidad libanesa y saudí.

Tanto Aoun como otros relevantes políticos libaneses dejaron ayer la puerta abierta a que Hariri vuelva a asumir el cargo de primer ministro. Analistas consultados por Reuters estimaron que Aoun le pedirá que forme Gobierno, lo cual abrirá un laborioso periodo de diálogo parlamentario. Los expertos añadieron que Hariri intentará que se cuestione el papel de Hezbolá fuera de Líbano (Siria, Yemen) y advirtieron de que un intento de mantener a la milicia chií fuera del Gobierno liquidará el diálogo.