El presidente de EE UU, Donald Trump, ha decidido dejar de pagar los subsidios destinados a seis millones de estadounidenses de renta baja que no pueden permitirse asumir de su bolsillo el coste completo de sus seguros médicos, una de las medidas clave de la reforma sanitaria del expresidente Obama ("Obamacare"), según anunció ayer la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.

Las aseguradoras ya han advertido al Gobierno que la medida puede provocar una enorme subida de los precios de los seguros médicos. La decisión de Trump de dejar de pagar estas ayudas ha desencadenado duras críticas de los demócratas en el Congreso y la amenaza de una denuncia por parte del Fiscal General de Nueva York.

Trump ha venido abonando los subsidios desde que asumió su cargo en enero, pero lleva amenazando desde entonces con "cerrar el grifo". El presidente estadounidense ha mostrado su frustración en repetidas ocasiones por la imposibilidad de desmantelar por completo el "Obamacare", ya que no se ha alcanzado una mayoría suficiente en el Congreso, precisamente por el miedo de muchos legisladores al coste político de dejar desprotegidos a millones de ciudadanos. Muchos senadores han expresado, además, su temor a que la retirada de los subsidios desestabilice el mercado.

Sin embargo, para la portavoz de la Casa Blanca, que citó en apoyo de la medida dictámenes de los departamentos de Justicia y Salud y Servicios Humanos, "el rescate de las compañías aseguradoras" a través de unos pagos que consideró "ilegales" es "otro ejemplo de cómo la antigua Administración abusaba de los contribuyentes y eludía la ley para apoyar un sistema corrupto".