El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su condena por el tiroteo indiscriminado perpetrado el domingo contra los asistentes a un concierto en Las Vegas y ha asegurado que fue "un acto de pura maldad", aunque ha evitado aludir a las posibles motivaciones del tirador y a la hipótesis terrorista.

Trump ha comparecido en la Casa Blanca para leer una declaración en la que ha expresado su "tristeza, impacto y pena" por lo ocurrido. En este sentido, ha lamentado cómo el presunto tirador, identificado como Stephen Craig Paddock, de 64 años, abrió fuego contra la multitud y "asesinó brutalmente" a decenas de personas.

"Fue un acto de pura maldad", ha proseguido Trump, que el miércoles viajará a Las Vegas como señal de apoyo. El presidente también ha ordenado que la bandera de la Casa Blanca ondee a media asta para recordar que, "en momentos de tragedia y horror, Estados Unidos es todo uno".

Trump ha enviado mensajes de apoyo a las víctimas y sus familiares en este periodo "muy oscuro" y ha aplaudido los "esfuerzos valientes" de los servicios de seguridad y emergencia que impidieron, con "verdadera profesionalidad", que los daños personales por el tiroteo fuesen aún mayores.

"El mal no puede destrozar nuestra unidad", ha añadido Trump, para acto seguido admitir que las "respuestas" a la última tragedia "no llegarán fácil". El presidente ha dicho rezar porque llegue el día en que "el mal desaparezca y los inocentes estén a salvo".

Trump ha hablado en una comparecencia sin preguntas, poco después de que el grupo terrorista Estado Islámico hiciese público un comunicado en el que reivindicaba la autoría del tiroteo y lo atribuía a un hombre convertido al islam hace sólo unos meses. Sin embargo, ha evitado aludir a las posibles motivaciones de Paddock en su mensaje.