Los líderes del Partido Liberal alemán (FDP) y de Los Verdes se mostraron este lunes dispuestos a intentar forjar un tripartito de gobierno con la canciller, Angela Merkel, aunque auguraron negociaciones complicadas al haber diferencias clave en sus programas, como la política medioambiental.

Tras las elecciones de este domingo en Alemania y el rechazo socialdemócrata a reeditar una gran coalición, sólo un tripartito de conservadores, liberales y verdes daría a Merkel una base parlamentaria estable para su cuarta legislatura.

En rueda de prensa, el líder del FDP, Christian Lindner, se mostró dispuesto a negociar y a asumir responsabilidades y reveló que ya había habido las primeras "llamadas telefónicas", pero subrayó que su objetivo es "cambiar la dirección de la política" y marcar diferencias.

Si el futuro gobierno quiere seguir la línea del anterior, de la gran coalición, el FDP se quedará en la oposición, subrayó Lindner, que describió a su partido como la fuerza "del centro" que desapareció del Parlamento en la pasada legislatura.

Las negociaciones con los verdes no serán fáciles y Lindner destacó como ejemplo sus diferencias en el área medioambiental, convencido de que la actual política no es ni económica, ni ecológica ni socialmente sostenible y debe ser corregida.

Como el resto de partidos, descartó colaborar con la ultraderecha y aseguró que su partido combatirá de frente a la AfD en el Parlamento.

Mientras, los cabezas de lista de Los Verdes, Katrin Göring-Eckardt y Cem Özdemir, aseguraron que se sentarán a hablar con conservadores y liberales con "responsabilidad y seriedad", pero adelantaron que las negociaciones serán "muy difíciles".

Los ejes del programa que llevarán a esas negociaciones serán la política medioambiental, la justicia social y una Europa solidaria.

Este lunes quedó ya en evidencia que llegar a un consenso en medioambiente y energía, piedra angular de los Verdes, será harto complicado.

Ante AfD, Göring-Eckardt aseguró que su partido hará todo lo posible para "que no decidan la agenda del Parlamento" elementos que dañan la democracia o no respetan la Constitución y Özdemir abogó por trabajar para evitar que la "fractura" social sea ampliada por "gente cuya lealtad a Putin es mayor que su lealtad a los valores de la república alemana."