La Unión Europea lamentó ayer la falta de progresos "decisivos" en las cuestiones principales de las negociaciones sobre la salida del Reino Unido del bloque comunitario, como los derechos de los ciudadanos y el acuerdo financiero, tras la conclusión de una tercera ronda de negociaciones sin resultados significativos.

"No hemos logrado ningún progreso decisivo sobre los temas principales, si bien la discusión sobre Irlanda ha sido fructífera", declaró el jefe comunitario en las negociaciones para el "Brexit", Michel Barnier, en una rueda de prensa conjunta con el ministro británico David Davis.

Barnier, por tanto, reconoció que estas tres rondas de negociaciones sí han servido para alcanzar "auténticos progresos" sobre el área común de viaje entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Una cuestión sobre la que también se ha "clarificado" el trabajo pendiente de la cooperación entre el norte y el sur a partir del Acuerdo de paz de Viernes Santo.

Pese al reconocimiento de haber logrado "aclaraciones útiles" sobre "muchos puntos", Barnier se mostró "preocupado" por el estado en el que se encuentran las negociaciones con el Reino Unido y la lentitud con la que se desarrollan. "Estoy preocupado. El tiempo pasa rápido, es un plazo temporal corto y cada día que pasa nos acercamos a la fecha de salida del Reino Unido", declaró el francés, que también criticó la actitud de Londres en lo que respecta a sus compromisos financieros. "Los Veintisiete no deberían pagar las obligaciones asumidas a Veintiocho", recalcó Barnier.

El ministro británico para el "Brexit", David Davis, consideró por su parte que en el transcurso de estas negociaciones se han logrado "progresos concretos" y que su país está dispuesto a analizar sus responsabilidades financieras con la UE "línea a línea".

Davis también insistió en que las cuestiones sobre la retirada y la futura relación entre Londres y Bruselas están "intrínsecamente" unidas, por lo que pidió "flexibilidad e imaginación" para poder alcanzar un acuerdo.