El presidente brasileño, Michel Temer, viajó a China, donde presentará a la cumbre del grupo BRICS, que completan Rusia, India y Sudáfrica, un vasto plan de privatizaciones con el que pretende "eliminar la crisis económica" del país. Temer busca sobre todo inversores chinos, a los que se dispone a ofrecer 57 grandes empresas públicas, entre ellas terminales aeroportuarias y redes eléctricas.