El presiente de EEUU, Donald Trump, aprobó hoy la declaración del estado de emergencia en el estado de Luisiana, afectado al igual que el de Texas por graves inundaciones debidas al paso del ciclón Harvey, informó la Casa Blanca.

Esta declaración autoriza al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) a coordinar todos los esfuerzos de socorro en casos de desastre y libera fondos federales para afrontar la tragedia.

"Esta acción ayudará a aliviar las dificultades y el sufrimiento que la emergencia ha causado a la población local y proporcionará asistencia apropiada para las medidas de emergencia requeridas", aseguró la Casa Blanca en un comunicado.

El estado sureño de Luisiana, al igual que Texas, se ha visto afectado por graves inundaciones a causa de la llegada en la noche del pasado viernes del huracán Harvey a las costas estadounidenses del Golfo de México, que pese a haberse degradado a tormenta tropical ha causado al menos cinco muertos y decenas de miles de damnificados.

Las autoridades estadounidenses calculan que tendrán que alojar a más de 30.000 personas a causa de las inundaciones sin precedentes dejadas por el ciclón, que ha afectado especialmente al área de Houston (Texas), donde la acumulación de agua supera el metro de altura.

El estado de emergencia, que en el caso de Texas fue declarado casi inmediatamente tras la llegada de Harvey a su costa, autoriza a FEMA a identificar, movilizar y proporcionar el equipo y los recursos necesarios para asistir a los damnificados por la tormenta.

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Cinco muertos

La tormenta tropical Harvey ha cumplido con su amenaza destructiva y está produciendo "inundaciones sin precedentes" en el sureste de Texas (EE.UU.), que en el caso del área metropolitana de Houston han llegado a más de un metro de acumulación de agua.

Según informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EE.UU. en su boletín de las 21.00 GMT, Harvey, que el sábado se degradó a tormenta tropical, continúa con vientos máximos sostenidos de 65 kilómetros por hora (40 m/h), pero arrojando aun torrenciales lluvias y ocasionando "inundaciones sin precedentes".

El centro meteorológico señaló que el ojo del ciclón se halla a 35 kilómetros (25 millas) al noroeste de Victoria, Texas, estado en donde de acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional (NWS) estadounidense, el ciclón ha dejado al menos cinco víctimas mortales y decenas de heridos.

Precisamente, el NWS ha calificado hoy a este ciclón de "catastrófico" y "más allá de cualquier experiencia", y pronosticó que partes de este estado acumularán hasta 50 pulgadas (1,2 metros) de lluvia, probablemente el registro mas alto de su historia.

El CNH estimó también que porciones de Houston registrarían hasta 50 pulgadas (1,2 metros) de acumulaciones de agua, tal como de hecho muchos medios estadounidenses muestran por televisión.

Harvey, que la noche del viernes tocó tierra en Texas como huracán de categoría 4, continúa con su lento desplazamiento de 4 kilómetros por hora (2 m/h) con dirección sureste, lo cual mantiene su capacidad de destruir zonas a su paso en tierra.

Los pronósticos del CNH apuntan a que el ojo de la tormenta abandonará tierra el lunes y que luego se mantendrá casi estacionaria frente a las costas de Texas.

La franja que va desde Port O'Connor hasta Sargent, en Texas, se halla bajo aviso de tormenta tropical, mientras que desde el norte de Sargent hasta el Paso de San Luis se ha emitido una vigilancia de tormenta tropical.

Harvey, el huracán más poderoso que llega a Estados Unidos en 12 años, tocó tierra en Rockport (30 millas al noreste de la ciudad de Corpus Christi) sobre las 22.00 hora local (03.00 GMT del sábado), con vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora.

El titular de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias, Brock Long, dijo hoy a la cadena CNN que el paso de Harvey en Texas quedará registrado como un "evento de referencia" y estimó que el personal de esta agencia permanecerá en las áreas más afectadas "por años".

Según el boletín del CNH, no se esperan muchos cambios en la intensidad de Harvey para las próximas 24 horas, cuyos vientos de fuerza de tormenta tropical se extienden hasta 280 kilómetros (140 millas) hacia el este del centro del ciclón.

La marejada ciclónica que trae consigo Harvey ha hecho que en algunas zonas costeras se registre un aumento del nivel del mar de hasta 2 metros, de acuerdo al CNH.

Harvey, que fue el primer huracán de categoría mayor en alcanzar EE.UU. desde 2005, podría convertirse en depresión tropical esta noche, de acuerdo con el CNH.

Visita de Trump

La situación catastrófica que ha producido desde entonces ha motivado que, según anunció hoy la Casa Blanca, el presidente de EE.UU., Donald Trump, vaya a viajar el martes al estado de Texas para evaluar los daños del potente sistema ciclónico, el primero que enfrenta durante su mandato.

"El presidente viajará a Texas el martes. Estamos coordinando la logística con las autoridades estatales y locales", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en un breve comunicado. "Continuamos teniendo a los afectados en nuestros pensamientos y oraciones", añadió Sanders, quien se negó a dar detalles sobre las ciudades que visitará Trump y los encuentros que el presidente podría mantener con los servicios de emergencia y las autoridades estatales y municipales.

El viernes la Casa Blanca anunció que el viaje de Trump se produciría a principios de la próxima semana y, esta mañana, Trump dijo en Twitter que quería visitar Texas lo antes posible. "Iré a Texas en cuanto el viaje pueda hacerse sin causar ningún trastorno. Lo más importante debe ser la vida y la seguridad", dijo Trump, quien viaja acompañado con un gran dispositivo de seguridad.

El huracán Harvey es el primer desastre natural al que se enfrenta Trump y, por ello, muchos analistas están atentos a su respuesta para evaluar su capacidades de mando.

Trump ya dijo este sábado que trata de evitar los errores que cometió el presidente George W. Bush con el huracán Katrina en 2005. Entonces, Bush fue duramente criticado por la tardía respuesta que dio a la devastación que dejó en Nueva Orleans (Luisiana) Katrina.

Para evitar una situación similar, en el mismo momento en el que el huracán tocó Estados Unidos, Trump firmó una declaración de desastre para Texas, que le permite enviar asistencia federal para ayudar en las labores de reconstrucción.

Además, el Departamento de Salud y Servicios Humanos declaró el mismo sábado la emergencia pública sanitaria en Texas y pidió a las clínicas y hospitales que atiendan a los pacientes que se benefician de los programas de Medicare, destinado a las personas mayores de 65 años, y de Medicaid, para aquellos con bajos ingresos.

Trump celebró este domingo otra reunión con su gabinete para coordinar la respuesta a Harvey.