El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, respondió ayer con ejercicios militares de tiro al blanco en Caracas a las sanciones financieras impuestas el viernes por el presidente de EE UU, Donald Trump, y a las amenazas bélicas lanzadas por el mandatario estadounidense días atrás. Los ejercicios se acompañaron de "marchas antiimperialistas" en varios estados.

Las sanciones de EE UU, que no tienen precedentes, se dirigen por primera vez contra la financiación del Gobierno chavista y prohíben la negociación de bonos o deuda pública venezolana, incluida la de la empresa petrolera estatal (PDVSA), que se encuentra al borde de la quiebra. Hasta ahora las sanciones económicas de EE UU se habían limitado a la congelación de bienes y activos de una veintena larga de personalidades de la cúpula del chavismo.

Las penalizaciones decretadas por Trump también prohíben el pago de dividendos al Gobierno venezolano, aunque no afectan al comercio de petróleo. De este modo, EE UU podrá seguir importando crudo de Venezuela, operación que efectúa en esencia a través de la empresa Citgo, filial estadounidense de PDVSA. Venezuela exporta alrededor del 30% de su petróleo a EE UU, lo que representa el 9% de las importaciones petroleras estadounidenses.

Con las sanciones, EE UU pretende demostrar su disposición a incrementar la presión sobre el chavismo, en respuesta a la deriva autoritaria del régimen, que ha anulado el Parlamento, controlado por la oposición, y lo ha reemplazado por una peculiar Asamblea Constituyente de obediencia gubernamental, encargada de redactar una nueva Carta Magna que será sometida a referéndum.

En paralelo, Maduro convocó a todos los tenedores de bonos venezolanos a una reunión en Caracas para buscar soluciones a los problemas abiertos por las sanciones financieras. "Atención tenedores de deuda, los convoco a través del vicepresidente de Finanza, Ramón Lobo, a una reunión la próxima semana para buscar soluciones al daño que le ha hecho Donald Trump a los tenedores de bono", dijo Maduro en una declaración desde el palacio de Gobierno.

Maduro condenó las sanciones de EE UU que calificó de "medidas ilegales contra el pueblo de Venezuela", que, "violan la legalidad internacional, la carta de Naciones Unidas y ratifican un camino imperial de agresión contra Venezuela".