El presidente estadounidense, Donald Trump, redobló ayer sus advertencias de que desatará "fuego y furia" contra el régimen de Corea del Norte y aseguró que sus palabras "quizá no fueron lo suficientemente fuertes". "Francamente, los que cuestionaban mi declaración por ser demasiado fuerte. Quizá no fue lo suficientemente fuerte", aseguró Trump, quien mostró su frustración con los flacos resultados de la vía diplomática con Corea del Norte y recordó que tiene el apoyo de sus Fuerzas Armadas "al cien por cien" para responder con la fuerza.

En una breve declaración desde su retiro de verano de Bedminster (Nueva Jersey) previa a una reunión de seguridad y junto al vicepresidente, Mike Pence, Trump aseguró que si el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, ordena un ataque contra ellos o sus aliados, "deberían estar muy, muy nerviosos", al tiempo que no descartó un ataque preventivo. "Alguien tiene que hacerlo", aseveró Trump, que en ningún momento quiso moderar sus declaraciones del martes en las que prometió "fuego y furia como nunca antes" a Corea del Norte si continúa con sus provocaciones, materializadas en julio con dos ensayos de misiles intercontinentales.

Según fuentes de Defensa consultadas por el canal NBC, el Pentágono preparó un plan para responder militarmente a Corea del Norte reduciendo al máximo posible una escalada y la entrada en un conflicto de potencias como Rusia o China, algo que podría desembocar en una situación mucho más grave. El golpe sería ejecutado por bombarderos B-1.