Corea del Norte criticó ayer las duras sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas contra sus exportaciones. En un texto publicado por la agencia estatal norcoreana de noticias KCNA, el régimen de Kim Jong-un señala a Estados Unidos como el responsable de lo que calificó como un "odioso crimen" que viola la soberanía y el derecho al desarrollo de su país, y asegura que responderá con una "acción justa y decisiva", tal y como habían "advertido".

Los quince países del Consejo de Seguridad de la ONU aprobaron por unanimidad el pasado sábado un nuevo paquete de sanciones contra Corea del Norte, por sus dos recientes pruebas armamentísticas con misiles de alcance intercontinental. Mostrando una contundente imagen de unidad, este órgano puso en marcha medidas que imponen un veto las exportaciones de carbón, plomo, hierro y marisco de Corea del Norte, entre otras medidas contra empresas que apoyen los programas armamentísticos del país. El resultado será que el régimen de Pyongyang verá reducidos hasta en 1.000 millones de dólares los ingresos que obtiene con sus exportaciones.

Los presidentes de Corea del Sur y Estados Unidos, Moon Jae-in y Donald Trump, mantuvieron ayer una conversación telefónica en la que valoraron positivamente las nuevas sanciones de la ONU contra Pyongyang. Moon afirmó que este paquete de sanciones es un hecho "sin precedentes" y espera que pueda servir de "catalizador" para un cambio de actitud por parte de Kim Jong-un.

Trump, por su parte, calificó de "cambio importante" la adopción de medidas "contundentes y exhaustivas" con unanimidad por parte del Consejo de Seguridad, incluyendo a China y Rusia.

Apertura de diálogo

Además, Washington abrió la puerta al diálogo con Pyongyang. Durante la reunión en Manila (Filipinas) de los ministros de Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, afirmó que detener los lanzamientos de misiles sería "la mejor señal" para que Corea del Norte demostrase tener "disposición a dialogar".

Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores norcoreano, Ri Yong-ho, mostró en el Foro Regional de la Asean su rechazo a estas nuevas sanciones y defendió el programa nuclear de su país, afirmando que se trata únicamente de un "recurso de disuasión de la guerra" para que EEUU desista de un ataque atómico y una invasión . Algo que, además, nunca pondrán sobre la mesa de negociaciones mientras Washington continúe con su "política hostil".

Ri Yong-ho también rechazó ante su homólogo surcoreano, Kang Kyung Wha, la propuesta por parte de Seúl de mejorar las relaciones entre ambos países. "Carece de sinceridad", afirmó el jefe de la diplomacia norcoreana. Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra, aunque las hostilidades cesaron tras la firma de un armisticio en 1953.

Por otra parte, China manifestó ayer su total apoyo a las nuevas sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, después de que el jefe del Comando del Pacífico de EE.UU, el almirante Harry Harris, pusiera en duda la sinceridad de Pekín a la hora de poner en práctica estas medidas. El portavoz de Asuntos Exteriores chino, Geng Shuang, declaró que las nuevas sanciones sirven "al objetivo de salvaguardar la paz y la estabilidad" y al de avanzar en el proceso desnuclearización.