La justicia turca decretó ayer prisión preventiva para la directora de la rama turca de Amnistía Internacional, Idil Eser, y para otros cinco activistas de derechos humanos detenidos hace doce días en Estambul. Otros cuatro activistas detenidos durante la misma operación mientras realizaban un taller de derechos humanos en la isla de Büyükada fueron puestos en libertad con cargos.

La Fiscalía, que pidió prisión preventiva para los diez detenidos, les acusa de "cometer crímenes en nombre de una organización terrorista, sin ser miembro de ella", aunque no aclara a qué supuesta organización pertenecen.

El secretario general de la ONG, Salil Shetty, denunció una "persecución política" que "traza un futuro aterrador para los derechos humanos en Turquía" e instó a la comunidad internacional a presionar a las autoridades del país para conseguir la liberación inmediata de los detenidos.