El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, pidió ayer en Berlín ayuda para hacer frente al drama de los inmigrantes y refugiados que llegan a sus costas desde el norte de África, llamamiento al que sus socios europeos respondieron prometiendo solidaridad, pese al amplio incumplimiento general de las cuotas de reubicación desde Italia y Grecia pactadas con la Comisión Europea hace dos años.

Gentiloni lanzó esta llamada de auxilio en una rueda de prensa conjunta con los dirigentes del resto de las potencias europeas del G-20, reunidas en Berlín por invitación de Merkel para pactar una postura europea común en la próxima reunión del grupo, que se celebrará la próxima semana en Hamburgo.

La apelación llega al día siguiente de que el miércoles Roma lanzase un ultimátum a la UE en el que asegura que en los últimos días han llegado a sus costas otras 12.000 personas procedentes de Libia, lo que ha disparado la tensión social y política. Italia amenaza con cerrar sus puertos a barcos extranjeros si no recibe colaboración efectiva de la UE. De los 85.000 migrantes arribados por el Mediterráneo este año, más de 78.000 lo hicieron por Italia, según la ONU, y se espera que la cifra suba a 200.000 a fin de año.

Gentiloni expuso la situación de "emergencia" que vive Italia, advirtió que el incremento de los flujos migratorios "puede poner en cuestión" la capacidad de absorción de su país y agradeció la "solidaridad y comprensión" recibida en la reunión, confiando en que se adopten medidas concretas en el consejo informal de ministros europeos de Interior y Justicia de la próxima semana.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, expresó en la misma rueda de prensa su solidaridad con Italia y trasladó a Gentiloni su disposición a prestar la ayuda que sea necesaria. "Entendemos lo que está pasando en Italia, nos solidarizamos con el Gobierno y con el pueblo italiano y prestaremos toda nuestra ayuda para evitar las situaciones dramáticas que allí se están viviendo", aseguró. España se comprometió a la reubicación de 17.387 refugiados antes de fines de septiembre y sólo ha acogido a 1.488.