El Gobierno de EE UU alertó ayer de madrugada de que ha identificado "potenciales preparativos" del régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, para lanzar un nuevo ataque con armas químicas en ese país y sostuvo que, si eso ocurre, el mandatario y sus Fuerzas Armadas "pagarán un alto precio".

La alerta ha sembrado inquietud, ya que, en un comunicado, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, precisó que las actividades detectadas son "similares" a los preparativos que el régimen sirio realizó antes del ataque químico del pasado 4 de abril, que fue respondido por el presidente Trump con el lanzamiento de 59 misiles Tomahawk contra una base aérea siria.

Rusia calificó ayer mismo de "inaceptables" las advertencias de Estados Unidos, en particular la expresión "un nuevo ataque". "Consideramos imposible responsabilizar al Ejército sirio" de las acciones anteriores, sostuvo Moscú.