Dos atentados coordinados contra el Parlamento y el mausoleo del imán Jomeini que se atribuyó el grupo terrorista (EI) dejaron ayer un saldo de al menos 12 muertos en la capital iraní, Teherán. Se trata de los dos primeros ataques que reivindica la organización yihadista que proclamó un califato a caballo entre Siria e Irak en 2014.

Un total de 46 personas resultaron heridas en los ataques, según el director de los Servicios de Emergencia, Pir Hosein Kolivand, quien no precisó la identidad de las víctimas ni si entre ellas figuran diputados, según informa la gencia Efe.

El mayor número de víctimas, 11, se registró en el ataque al Parlamento, situado en pleno centro de la ciudad. Entre los fallecidos hay al menos dos guardias. En el mausoleo de Jomeini, emblemático para el régimen de los ayatolás, murió un empleado y varios peregrinos resultaron heridos.

Los terroristas (seis de los cuales fallecieron en el suceso) entraron en ambos lugares armados con fusiles Kaláshnikov, pistolas y explosivos, y abriendo fuego de forma indiscriminada.

Uno de los extremistas se inmoló en el interior del Parlamento, donde otros tres fueron abatidos a tiros por las fuerzas de seguridad, informó el Ministerio del Interior en un comunicado.

Los asaltantes tomaron a varias personas como rehenes y tuvieron en jaque a la Policía iraní durante casi cinco horas, con constantes tiroteos. La parlamentaria Tayebé Siavoshí, contactada por Efe durante el ataque, declaró que la situación era muy confusa y delicada.

Una tercera célula terrorista fue detenida antes de que cometiera ninguna acción en Teherán, según el Gobierno iraní.

El Estado Islámico, de la rama suní del islam, había amenazado en varias ocasiones a la potencia chií, que informó en los últimos meses del desmantelamiento de algunas células vinculadas con este grupo.

Los Guardianes de la Revolución, cuerpo de élite del Ejército iraní, vincularon a Estados Unidos y a Arabia Saudí con los atentados y prometieron "venganza".

Pero el ministro de Exteriores de Arabia Saudí, Adel Al Jubeir, rechazó la acusación de la Guardia Revolucionaria. "El hecho de que Estado Islámico haya reivindicado la responsabilidad demuestra que estuvieron implicados en el brutal ataque", dijeron.

Irán respalda al régimen sirio, junto a Rusia, en su lucha contra la oposición armada y los extremistas del EI, al que también combate en Irak mediante milicianos chiíes.