| La candidata ultra al Elíseo, Marine Le Pen, se mantuvo ayer a la caza del voto obrero, aprovechando que el izquierdista Jean-Luc Mélenchon no ha pedido al apoyo de sus huestes para Emmanuel Macron. Le Pen se subió a un pesquero en el Mediterráneo francés para defender "la Francia que madruga", mientras el aspirante socio-liberal era recibido con vítores en la periferia de París, que visitó con propuestas de seguridad y reinserción. Además, para compensar la imagen de frialdad que proyecta según los sondeos jugó al fútbol. En las fotos, Le Pen saluda y Macron golpea un balón.