El presidente de EE UU, Donald Trump, ha tenido que renunciar a su pretensión de incluir una partida de 20.000 millones de dólares (18.200 millones de euros) para la construcción del muro con México en el plan de gasto federal para el periodo que va del 29 de abril al 30 de septiembre. La retirada del proyecto ha sido la única solución para desbloquear la negociación presupuestaria antes de la fecha límite del viernes a medianoche.

Si para entonces no se hubiera alcanzado un acuerdo, Trump se encontraría de inmediato con un cierre del Gobierno federal como el que padeció Obama durante 17 días de octubre de 2013. Aquel cierre desencadenó una crisis política, ya que obligó a recortar servicios públicos y a ordenar a los funcionarios que dejasen de ir a trabajar hasta que la consecución de un acuerdo permitiese de nuevo a Washington hacer frente al pago de sus salarios.

La diferencia con 2013 es que entonces los Presupuestos federales de Obama fueron bloqueados por los legisladores republicanos, que eran la oposición a la Casa Blanca. Sin embargo, ahora, a la oposición demócrata se han sumado legisladores republicanos de los estados fronterizos con México que no quieren ni oír hablar de la valla antiinmigrantes.

Se trata de la segunda gran derrota en el Congreso de Trump, que este sábado cumplirá sus primeros cien días en la Presidencia. En marzo, se vio obligado a retirar "por suave" su contrarreforma sanitaria.