El expresidente estadounidense Barack Obama reapareció ayer en público con el compromiso de dedicarse a animar y preparar a los jóvenes para que se impliquen en política, pero sin ninguna mención o crítica para su sucesor, Donald Trump, quien se acerca a la marca de cien días en el poder.

Después de unas largas vacaciones en lugares exóticos, dedicadas en parte a escribir un libro de memorias, Obama retomó el micrófono para dar una conferencia en su ciudad predilecta de Chicago, el primero de una serie de actos que incluirán una ceremonia en mayo en Berlín junto a Merkel. "¿Qué ha pasado desde que me fui?", ironizó Obama al comenzar el acto con jóvenes en la Universidad de Chicago, la misma en la que fue profesor de Derecho Constitucional durante más de una década. Esa fue la única referencia de Obama a los grandes cambios que se han producido desde que dejó el Despacho Oval el 20 de enero.